El ajo blanco es una sopa fría tradicional de la cocina andaluza, especialmente popular en Málaga y sus alrededores. Sus orígenes se remontan a la época de la dominación árabe en la península ibérica, siendo una adaptación de platos similares traídos por los musulmanes.
Esta sopa, conocida como «gazpacho blanco», fue creada por los campesinos como una forma de aprovechar el pan duro y los frutos secos abundantes en la región. Con el tiempo, el ajo blanco se ha convertido en un plato emblemático de la gastronomía malagueña, apreciado por su sabor refrescante y su textura cremosa, especialmente durante los calurosos veranos mediterráneos.
Ingredientes para hacer Ajo blanco malagueño para 4 personas
- 200g de almendras crudas peladas
- 200g de miga de pan blanco (preferiblemente del día anterior)
- 2 dientes de ajo
- 100ml de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
- 1 litro de agua fría
- Sal al gusto
- Para decorar: uvas moscatel o melón, almendras laminadas
Cómo hacer Ajo blanco malagueño, elaboración
Vamos a ver el paso a paso para preparar un espectacular ajo blanco de Málaga:
- Preparación previa, si las almendras no están peladas, escáldalas en agua hirviendo durante un minuto y pela fácilmente. Remoja la miga de pan en agua fría durante unos 10 minutos.
- Elaboración del ajo blanco: En un robot de cocina o batidora potente, añade las almendras y los dientes de ajo pelados. Tritura hasta conseguir una pasta fina.
- Escurre bien la miga de pan y añádela a la mezcla. Vuelve a triturar hasta integrar todos los ingredientes.
- Emulsión: Con la batidora en marcha, añade el aceite de oliva poco a poco en hilo fino, como si estuvieras haciendo una mayonesa. Agrega el vinagre y sigue batiendo.
- Incorpora el agua fría poco a poco hasta conseguir la consistencia deseada (debe quedar como una crema ligera). Añade sal al gusto y mezcla bien.
- Enfriado: Pasa la mezcla por un colador fino para eliminar posibles grumos. Refrigera durante al menos 2 horas antes de servir.
- Presentación: Sirve el ajo blanco muy frío en cuencos o tazas. Decora con uvas moscatel peladas y partidas por la mitad o bolitas de melón. Espolvorea algunas almendras laminadas por encima.
El ajo blanco se suele servir como entrante o primer plato, especialmente en los meses de verano. Es una sopa refrescante y nutritiva que combina perfectamente el sabor de las almendras con el toque del ajo y el aceite de oliva. Algunas personas prefieren añadir una manzana verde pelada y troceada a la mezcla para darle un toque de dulzor y frescura adicional. ¡Disfruta de este clásico de la cocina malagueña!