Los calçots son un tipo de cebolla tierna típica de Cataluña, especialmente de la zona de Valls, en Tarragona. Su cultivo y consumo se remonta al siglo XIX, cuando un agricultor local descubrió esta variedad al replantar cebollas que habían sido cubiertas con tierra.
La tradición de la «calçotada» (comida popular donde se asan y comen calçots) se ha convertido en un evento social y gastronómico muy apreciado en toda Cataluña, especialmente durante los meses de invierno y principios de primavera.
Ingredientes para hacer Calçots con salsa romesco para 4 personas
Para los calçots:
- 32 calçots (8 por persona)
- Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa romesco:
- 5 tomates maduros
- 2 pimientos rojos
- 1 cabeza de ajos
- 50g de almendras tostadas
- 50g de avellanas tostadas
- 1 rebanada de pan tostado
- 100ml de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de vinagre de vino
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal al gusto
Cómo hacer Calçots con salsa romesco, elaboración
Preparación de la salsa romesco:
- Asa los tomates, pimientos y ajos en el horno a 200°C durante unos 30 minutos.
- Pela los tomates y pimientos asados, y retira las semillas.
- En un mortero o procesador de alimentos, machaca las almendras y avellanas.
- Añade el pan tostado desmenuzado, los ajos asados pelados, el pimentón y la sal.
- Incorpora los tomates y pimientos asados y tritura todo junto.
- Agrega el aceite y el vinagre poco a poco mientras sigues triturando hasta obtener una salsa homogénea.
- Reserva la salsa en la nevera.
Preparación de los calçots:
- Limpia los calçots retirando la primera capa y cortando las raíces.
- Asa los calçots directamente sobre las brasas de una barbacoa o en una parrilla a fuego alto durante unos 10-15 minutos, girándolos ocasionalmente.
- Los calçots estarán listos cuando la capa exterior esté bien chamuscada y el interior tierno.
Servir:
- Envuelve los calçots recién asados en papel de periódico para mantenerlos calientes.
- Sirve los calçots acompañados de la salsa romesco en un plato aparte.
- Para comer, pela la capa exterior chamuscada de cada calçot, moja la parte tierna en la salsa romesco y disfruta.
Este plato se suele comer con las manos, por lo que es común proporcionar baberos a los comensales. ¡Buen provecho!
